Este es el segundo libro que leo de Sarah Lark en poco más de un mes, pero me tocó en el sorteo del mes Landscape y con lo que me gustó En el país de la nube blanca, no me pude resistir.
Nora es una joven hija de comerciante, de buena familia que reside en Londres. Tras perder a su primer y gran amor, decide aceptar un matrimonio gracias al que podrá cumplir en parte su sueño, vivir en Jamaica, un lugar que imagina idílico. Sin embargo, al poco de llegar allí ve que no todo es perfecto, y que se cometen grandes atrocidades e injusticias justificándolas con la diferencia en el color de la piel. Y es que, si bien Nora ya sabía que en las plantaciones de azúcar la mano de obra eran esclavos, no podía hacerse una idea de lo que ello conllevaba. Además, la protagonista se verá también a sí misma en serias dificultades, demostrando un gran coraje para hacerles frente. Pero no todo será malo para Nora en su nuevo destino, allí también conocerá la naturaleza, el paisaje y el clima con el que había soñado, y también algo más, que aunque probablemente imaginaréis si ya habéis leído otros libros de la autora, no os voy a desvelar para no destriparos el libro.
Aunque el libro me ha gustado, me gustó mucho más el primero libro de la trilogía de Nueva Zelanda de la autora, y espero poder explicaros bien las razones.
Cogí este libro con muchísimas ganas, aún con la resaca de En el país de la nube blanca, que leí recientemente, y puede que influenciada por la misma. Si habéis leído la anterior trilogía (a mí me falta el último), esta novela me ha parecido bastante similar, con los mismos ingredientes, un poco más de lo mismo (un paisaje de ensueño, una protagonista perfecta, guapa, lista, valiente, buena, etc, una historia de amor, hombres que se portan mal con las mujeres...).
La novela se divide en 6 partes con títulos que nos dan una idea de lo que va a suceder estas partes a su vez en capítulos más breves.
Los personajes están bien caracterizados, una vez más la autora ha conseguido que me encariñase con la protagonista, y he llegado a detestar a algunos personajes. Sin embargo, creo que en ocasiones se ha exagerado la personalidad de los mismos, siendo los malos muy malos y los buenos muy buenos, demasiado para creértelos.
Por otra parte, las descripciones de los paisajes son bastante ilustrativas y nos trasladan a este paraíso.
Otra aspecto que me ha gustado del libro ha sido descubrir algunos detalles que no conocía sobre la escavitud en la época (hacia 1730), así como el tema de los cimarrones.
En cuanto a la forma de escribir, el lenguaje, como en los libros anteriores de la autora, me ha parecido sencillo y muy fácil de leer. El libro tiene en general un ritmo bastante ágil, pero me he encontrado con algún pasaje al que le habría quitado alguna página y no me ha enganchado tanto como esperaba. Aunque puede que el problema haya sido que lo he leído muy seguido de otro libro de la autora.
En conclusión, me parece un libro muy recomendable para leer estos meses que vienen de verano, y sin duda leeré la segunda parte (tengo entendido que este libro forma parte de una bilogía). Pero si tengo que elegir, de los leídos hasta ahora me quedo con En el país de la nube blanca.
Mi puntuación para este libro: 7/10
Mil gracias a Laky y a Lectora de Tot por el ejemplar.
Aunque el libro me ha gustado, me gustó mucho más el primero libro de la trilogía de Nueva Zelanda de la autora, y espero poder explicaros bien las razones.
Cogí este libro con muchísimas ganas, aún con la resaca de En el país de la nube blanca, que leí recientemente, y puede que influenciada por la misma. Si habéis leído la anterior trilogía (a mí me falta el último), esta novela me ha parecido bastante similar, con los mismos ingredientes, un poco más de lo mismo (un paisaje de ensueño, una protagonista perfecta, guapa, lista, valiente, buena, etc, una historia de amor, hombres que se portan mal con las mujeres...).
La novela se divide en 6 partes con títulos que nos dan una idea de lo que va a suceder estas partes a su vez en capítulos más breves.
Los personajes están bien caracterizados, una vez más la autora ha conseguido que me encariñase con la protagonista, y he llegado a detestar a algunos personajes. Sin embargo, creo que en ocasiones se ha exagerado la personalidad de los mismos, siendo los malos muy malos y los buenos muy buenos, demasiado para creértelos.
Por otra parte, las descripciones de los paisajes son bastante ilustrativas y nos trasladan a este paraíso.
Otra aspecto que me ha gustado del libro ha sido descubrir algunos detalles que no conocía sobre la escavitud en la época (hacia 1730), así como el tema de los cimarrones.
En cuanto a la forma de escribir, el lenguaje, como en los libros anteriores de la autora, me ha parecido sencillo y muy fácil de leer. El libro tiene en general un ritmo bastante ágil, pero me he encontrado con algún pasaje al que le habría quitado alguna página y no me ha enganchado tanto como esperaba. Aunque puede que el problema haya sido que lo he leído muy seguido de otro libro de la autora.
En conclusión, me parece un libro muy recomendable para leer estos meses que vienen de verano, y sin duda leeré la segunda parte (tengo entendido que este libro forma parte de una bilogía). Pero si tengo que elegir, de los leídos hasta ahora me quedo con En el país de la nube blanca.
Mi puntuación para este libro: 7/10
Mil gracias a Laky y a Lectora de Tot por el ejemplar.